Un tribunal de Groenlandia ha extendido la custodia de un conocido activista anti-caza de ballenas, a la espera de la decisión de Dinamarca sobre una solicitud de extradición de Japón. El activista, cuyas acciones han llamado la atención internacional, enfrenta desafíos legales debido a su participación en actividades anti-caza de ballenas. Este caso destaca el debate global en curso sobre las prácticas de caza de ballenas y las ramificaciones legales para aquellos que se oponen a ellas. A medida que la situación se desarrolla, subraya la compleja intersección entre el activismo ambiental, el derecho internacional y las relaciones diplomáticas.
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